Este otoño la vuelta al trabajo requiere de una mayor adaptación, y es que los riesgos higiénicos en la empresa están a la orden del día. Recordemos que la Ley de Prevención de Riesgos Laborales de 1995 ya estableció la necesidad de adoptar las medidas adecuadas ante riesgos de salud en el trabajo, así como de informar y formar a los empleados. El objetivo es que tanto las empresas como los trabajadores y los servicios de prevención actúen en consecuencia. Ahora más que nunca y ante esta nueva pandemia es necesario que todos nos concienciemos para evitar el contagio.
Detección de contaminantes en la empresa
Si ya te has reincorporado a tu oficina, no será de extrañar que cuando vayas a abrir una puerta decidas no tocar la manilla o, si lo haces, seguidamente te laves las manos. Somos conscientes de que en una concurrida empresa la detección de puntos contaminantes es de vital importancia, y no es para menos, ya que el coronavirus puede transmitirse tanto por contacto directo como indirecto. Es decir, una persona que toca un objeto o superficie que ya ha tocado antes otra persona.
Menos contacto y más higiene
Es fundamental que el personal reduzca el contacto con puntos potencialmente contaminantes. Hablamos de superficies varias, muebles y otras zonas de uso común como pomos de las puertas, ascensores, identificación de huellas dactilares, etc.
Un esfuerzo extra por tu parte en cuanto a higiene y desinfección es realmente importante. Además de estas pautas básicas de limpieza y una adecuada ventilación del espacio de trabajo y gestión de los residuos, han aparecido otro tipo de soluciones que no te dejarán indiferente.
Un robot con poder de desinfección
Por raro que te pueda parecer, los robots capaces de desinfectar el aire y también las superficies ya son una realidad. Sewertronics, empresa española, es la creadora de un aparato que purifica el aire en tan solo unos minutos. ¿El secreto? Un fuente de luz ultravioleta verdaderamente potente.
Esta propuesta inactiva los patógenos mediante reacciones fotoquímicas. De este modo, se minimiza la capacidad de los microorganismos de reproducirse e infectar. Así también nos evitamos el uso de aerosoles dañinos, sistemas de ozono y otros productos igualmente corrosivos y poco saludables.
¿Cómo puedes automatizar los procesos más sencillos sin contacto?
Seguro que en tu lugar de trabajo ya hacen uso de la domótica. Se trata de la automatización de procesos simples del día a día para evitar el contacto físico. Por ejemplo, los sensores de luz que hacen que esta se encienda a tu paso. Otros detectores pueden controlar la climatización y hasta los niveles de humedad.
Por otra parte, las tecnologías más futuristas como el eyetracking nos permiten interactuar con el entorno mediante el seguimiento ocular. Irisbond, compañía vasca, cuenta con el primer software de eyetracking en español. Consiste en un conjunto de cámaras capaces de rastrear la mirada de los trabajadores. Es capaz de detectar el movimiento ocular circular para ver dónde fija la vista y qué pretende hacer.
En un futuro no muy lejano, será posible que abras y cierres puertas, controles los diferentes dispositivos electrónicos de la oficina o acciones interruptores con tu mirada. Se trata de un recurso a tener en cuenta tanto en tiempos de pandemia como para facilitar la inclusión a la empresa a personas con movilidad reducida.
Pruebas PCR a los objetos de las oficinas para detectar la presencia de covid-19
Este tipo de prueba PCR ya se está realizando tanto en los objetos de colegios como en los espacios de trabajo para detectar la presencia de coronavirus de forma precoz. Por inverosímil que te pueda parecer, ya se realizan PCR a teclados de ordenador, clasificadores, etc. Estamos ante una solución complementaria al exhaustivo proceso de desinfección que se lleva a cabo en las oficinas a diario: la PCR en superficie.
Los expertos coinciden en que «aplicar pruebas PCR al mobiliario y a los elementos más expuestos al tacto es la mejor forma de detectar la presencia de covid-19 antes de desinfectar e higienizar aulas, oficinas y otros centros de confluencia numerosa de personas como residencias de mayores».
También es recomendable hacerlas donde ha habido algún caso de persona contagiada para saber si, en las zonas en las que haya estado presente, aún quedan restos del virus capaces de infectar a otros empleados.
¿Cómo se llevan a cabo las PCR en superficie?
Es un proceso bastante sencillo, ya que con unas recomendaciones previas en función del tipo de centro de trabajo, la muestra puede ser recogida por el personal de la empresa. Además, es asequible. Dependiendo del número de pruebas a realizar, tendrán un coste de 60 euros aproximadamente por muestra. El resultado se conocerá entre las 48 y 72 horas posteriores a la recogida.
Los especialistas nos recomiendan analizar aquellas zonas en las que la aparición de virus y bacterias es mayor. Estamos hablando de pomos, escritorios, teléfonos, impresoras y todas aquellas superficies que puedan estar en contacto con distintas personas de manera habitual. Estas zonas son siempre focos de contagio. Por otro lado, analizar los filtros de ventilación no está de más.
Para la prueba se realiza un raspado en el área específica con un hisopo especial impregnado en un conservante de virus y una solución bactericida. Esto hace que, en caso de quedar restos de virus en la muestra, permanezca estable hasta que sea analizado en el laboratorio.
En definitiva, los riesgos higiénicos en la empresa pueden llegar a minimizarse con una detección de contaminantes correcta y evitando entrar en contacto con aquellas superficies en las que la acumulación de microorganismos nocivos es un hecho.
Y, por supuesto, no debes olvidar las medidas básicas de higiene: el uso de mascarilla, respetar la distancia de 2 metros, lavado frecuente de manos y el uso de otros EPI en caso de ser necesario. Los separadores físicos o mamparas entre puestos de trabajo serán imprescindibles si en tu oficina hay limitaciones de espacio. Recordemos que la adaptación de las nuevas medidas de seguridad que protejan al personal es fundamental para garantizar la salud de los trabajadores.